KAJIB 4 - El Corazón del Cielo y Corazón de la Tierra hace las medidas de la creación.
El glifo para el numeral cuatro muestra a la deidad en su aspecto solar. Es una cabeza que tiene como orejera el signo para "sol" o "día", que en sí es una flor de cuatro pétalos, marcando los cuatro puntos del espacio y los cuatro momentos del día o tiempo.
Así, el SER ordena nuestro mundo. El orden que estás viviendo es el que tiene que te toca experimientar. Rechazarlo es un error. Es mejor aceptarlo por muy adverso que se presente. Pues todo es cíclico y unas veces está nublado y otras hace sol. De nada te sirve generar pensamientos dañinos contra la lluvia. De las situaciones adversas hay que sacar lo útil para la evolución. Y eso solo lo harás si las aceptas positivamente.
AJ - La renovación
Narra el Popol Wuj que Xmucané, la Suprema Madre abuela de Jun Ajpu e Xbalamque, se dió cuenta de la muerte de sus nietos cuando una caña que estos le habían dejado se secó. Los héroes gemelos viajaban por el inframundo en busca de padre Jun Junajpu, el cual había sido vencido y decapitado en el juego de pelota por los Señores de la Muerte.Cuando los héroes renacen la caña de maíz también florece, reverdece. Xmucané entra en júbilo y la coloca en el centro de su casa. Frente a ella ofrece copal, la ofrenda aromática más importante del mundo maya.
La caña de maíz es AJ. En nuestra aventura en la vida hay dos fases por las que pasa la personalidad: la muerte del "ego", representada por la caña que se seca ante la presencia de nuestra abuela VIDA; y la resurrección de la misma, como entidad renovada que celebra con júbilo el reencuentro con nuestro padre, JUN JUNAJPU, nuestra esencia se SER en comunión con la VIDA eterna, Xmucané.
Este júbilo de la renovación está presente en AJ. Cada vez que morimos al sufrido pasado, liberamos la expresión de la vida, que trae alegría de existir, alegría de ser. Alegría que es la misma que la que experimenta el infinito Arquitecto y Formador, Tepeu Q´uqumatz. Muramos pues en este día, para liberar la eternidad a través de estos cuerpos y mentes.

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