JOB 5 - El viejo Señor del Xibalba
Los antiguos mayas representaron los números en tres formas diferentes: puntos y líneas, jeroglifos en forma de cabeza y en la figura de cuerpos enteros. Las veinte variantes de cabeza o cefalomorfos, tal y como se les conoce entre los expertos epigrafistas, muestran una secuencia iconográfica de deidades o expresiones sagradas de la mitología maya. Esto demuestra, la importancia que los mayas le otorgaban al número, su origen divino, su esencia trascendental.
El número cinco se corresponde, de esta manera, a la imagen de un anciano arrugado, de nariz aguileña y desdentado. Sobre su cabeza, a modo de tocado, lleva un signo o glifo llamado TUN, que significa piedra, siendo al mismo tiempo la representación de un año de 365 días.
Dentro de la iconografía maya, este aspecto sagrado aparece asociado a Xibalba, el inframundo. Este no es un reino infernal a modo del complejo de ideas cristiano. Más bien, es el plano que subyace a nuestra percepción cotidiana del mundo. Es el reino de lo subconsciente, en donde rige la sabiduría ancestral que mantiene nuestros cuerpos y existencia material, de ahí su relación con la "piedra", lo sólido y duro.
Este anciano abuelo es símbolo de la inteligencia y poder subyacente, sosten divino, de todo aquello que percibimos como forma, color y sonido en todos los reinos de la naturaleza. Es el Señor de los Años y gobierna en especial sus últimos CINCO días. El sagrado y temido mes del Wayeb, en el cual los mayas rendían culto a este aspecto de la deidad, para que sostuviera otro ciclo de existencia.
En este día sentimos la inteligencia trascendental innata detrás de lo que percibimos. Detrás de la figura de nuestros cuerpos y experiencias. Nos ligamos a la inteligencia ancestral tectónica. Espíritu y materia se entremezclan y la meditación es el instrumento para darnos cuenta de esta unidad. Percibir esto, nos otorga el entendimiento o vivencia que nos revela la causa de lo que nos parece tan sólido e inmodificable. El Señor del Inframundo mueve nuestra realidad a su antojo. Su sabiduría nos supera con creces... ¿O eres tu capaz de cargar con la reproducción celular, la digestión, la interconexicones neuronales, etc?
Lo mejor de todo es que este anciano abuelo nos ama. Pues de lo contrario no estaríamos aquí.
I’X (branco) es el nahual que rige sobre la fuerza primitiva presente en los diferentes reinos de la naturaleza y en los fenómenos celestes. Es el poder que está oculto en la tierra, en el mundo mineral sobre el que caminamos. Es la fuerza dinámica en los vegetales y animales. Nosotros la podemos percibir fácilmente, pues la sentimos como vida instintiva. Es así, el reservorio de energía conectado al poder inagotable que permite la dinámica cíclica del cosmos. Es por lo tanto la fuente de poder que nos permite evolucionar hacia nuestro destino, individual y colectivo.
MALTYOX